Como punto previo a ponernos con
el maquillado de los ojos, debemos preparar la piel para que luzca lo más lisa
y homogénea posible, ya que un ahumado siempre nos va a marcar cualquier
pequeño defectillo que tengamos en la tez. Para lograr un cutis impoluto y dado
que en las bodas hay fotos por doquier, la mejor opción es emplear maquillaje
de alta definición de Artdeco, con el que logramos una piel perfecta, una alta cobertura
sin renunciar a la ligereza sobre la piel, y una altísima durabilidad.
En cuanto a los ojos, para huir del trillado aunque
eterno negro decidimos darle un toque más sofisticado con un marrón chocolate
mate, y la preciosísima Racy Kacy de The Balm nos aportaba el juego de color
con el vestido en tono rojizo que pensaba lucir. Completan los ojos un punto de
luz en el lagrimal gracias al radiante Mary-Lou Manizer de The Balm, y no nos
olvidemos de las cejas, definidas y fijadas con Arch Angel de Mememe.
Las pestañas elegidas, las preciosas Demi Pixies, llamativas pero sin ser ordinarias, previa aplicación de la máscara Ultravolumen Waterproof de Artdeco, porque ¿quien no puede mojar la pestaña en la boda de una amiga?
El colorete escogido fue el
Cabanaboy, un tono rosado cálido perfecto para el veranito de Santander, y por supuesto iluminador, huyendo de artificiales brillos purpurinosos nos decantamos por el elegante acabado de los iluminadores de Artdeco.
Para los labios optamos por darles color pero manteniéndolos en un segundo plano, color e hidratación, pero un poco más discreto que el resto del look, gracias al precioso color Royal Pink de Artdeco.
Os mostramos el resultado completo, con luz natural y artificial, para que podáis apreciar los matices.
Tanto Asun cómo nosotras quedamos encantadas con el resultado. ¿Os gusta a vosotr@s?
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