Una pregunta básica que os hacemos en Vanity Affairs cuando acudís
a un curso de automaquillaje y vemos que usáis gafas, es si queréis aprender a
maquillaros cuando las lleváis o cuando no….
Hay una serie de truquillos y de cosas a tener en cuenta que
hace que sea necesario adaptar la forma de maquillarnos en función de si ese
día vamos a optar por las lentillas o por las gafas.
A continuación os damos unas rápidas nociones básicas, porque aunque más vale llegar tarde que llegar fea, no es necesario pasarnos una hora delante del espejo para lograr buenos resultados.
Piel y corrector.
Aunque estemos buscando al maquillarnos dar énfasis a los ojos, no debemos
olvidarnos de que la piel se vea natural y bonita, ya que como siempre os
decimos, maquillar los ojos y no la piel queda muy desequilibrado, y hace que
las pequeñas imperfecciones que tengamos resalten más. Ya sabéis que hay mil
texturas y acabados para dar gusto y satisfacer todas las necesidades, bases de
maquillaje, hidratantes con color o BB cream, cualquier opción es válida para
dejar nuestra piel lisa y homogénea. ¡No olvidéis difuminarla bien!
El corrector es muy importante, ya que las gafas centran
mucho la atención en esa zona, así que cobra especial importancia elegir bien
qué corrector usar. Recordad que siempre debe ser medio tono o un tono por
debajo de nuestro tono de piel para lograr que quede natural.
Sombras. La elección
de los tonos es básica cuando pensamos en llevar las gafas. El uso de sombras
oscuras está prohibido, los ahumados mejor los dejamos para cuando usemos
lentillas. Una sombra demasiado oscura será demasiado dramática para lucir con
gafas. Mejor optar por sombras de ojos que den luz a la mirada y a lo sumo, un
tono medio en la cuenca para dar intensidad.
Perfilador. Es necesario
tener en cuenta el color de la montura que llevamos siendo lo ideal que lo escojamos
un tono por debajo del de la montura. Por ejemplo escoger un color gris, marrón
o azul cuando la montura es negra. Evidentemente, no es algo a tener en cuenta
en monturas al aire, metálicas o minimalistas.
Eyeliner. Centrándonos
en el grosor de la montura unas gafas de pasta piden un eyeliner grueso,
mientras que una montura más discreta siempre quedará mejor con un eyeliner más
finito.
Máscara de pestañas.
No podemos olvidarnos de ella y sobre todo, de trabajarla un poco para que las
pestañas queden rizaditas, así que flexionar y aguantar el cupillón de medios a
puntas es básico.
Cejas.
Importante, importante, importante. Si siempre decimos que las cejas son el
marco de la mirada, aún cobran mayor presencia si van subrayadas por la montura
de unas gafas. Cuidar su forma, que cada pelito esté en su sitio, peinar y
rellenar nos dará un aspecto impecable.
Esperamos que os haya parecido útil éste post. A ver si no
tardamos tanto en tener una nueva entradita preparada, aunque ya sabeis donde encontrarnos, c/ San Luis nº 6 de Santander, para resolver dudas como éstas y lo que se os ocurra :)
¡Hasta la próxima vanities!
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